martes, 25 de noviembre de 2008

Feliz viviendo en un aeropuerto de México. Por Laura Plitt

Para muchos, la idea de pasar horas sentado en una terminal de aeropuerto esperando una conexión o a algún pasajero amigo cuyo vuelo se ha demorado, es por donde se lo mire, una pesadilla.

Quizás por eso resulte difícil comprender qué está haciendo en el aeropuerto internacional de México Hiroshi Nohara, un japonés que llegó tres meses atrás y que por el momento, no tiene la menor intención de irse.

Nohara llegó a la Terminal 1 del Aeropuerto Benito Juárez en un avión de United Airlines proveniente de Tokio, vía San Francisco.

 No podemos hacer nada respecto a esta persona. Tiene todos los papeles en regla y sus actividades no alteran el orden... digamos que no molesta 
Víctor Manuel Mejía, vocero del aeropuerto
En un principio, este japonés de 41 años, pelo rojizo y barba tupida, parecía un turista más, pero a los pocos días, el personal aeroportuario comenzó a notar su presencia diaria en los pasillos y en la zona de comidas rápidas.

Cuando se le preguntó por qué había decido quedarse allí, Nohara esbozó una explicación que más que aclarar, oscurece:

"No sé por qué. No hay ninguna razón por la que elegí México. Pero si tengo que dar una respuesta, sería que deseaba respirar el aire de México en el aeropuerto".

Esta respuesta no hizo más que dejar atónitas a las autoridades aeroportuarias, que en vano han tratado de movilizar a este ciudadano japonés que dice no hablar inglés y que a estas alturas, ya ha incorporado algunas frases de español a su vocabulario.

"No podemos hacer nada respecto a esta persona", le dijo a la BBC Víctor Manuel Mejía, vocero del aeropuerto, "tiene todos los papeles en regla (pasaporte vigente, permiso de la Oficina de Migraciones que caduca en marzo de 2009 y boleto de regreso) y sus actividades no alteran el orden... digamos que no molesta".

Otros casos

Pero por extraño que parezca, éste no es el único caso de una persona que por algún motivo decide hacer del aeropuerto su casa. En 2007, una mujer se instaló entre mostradores y salas de espera en el aeropuerto de San Pedro Sula, en Honduras.

De hecho, otro casos han inspirado hasta películas. ¿Recuerdan la película "La Terminal", en la que un hombre de Europa del Este -interpretado por Tom Hanks- se queda atrapado en el aeropuerto de Nueva York?

La cinta está basada en una historia real: la de un iraní que vivió en el aeropuerto Charles de Gaulle de París por más de una década.

Camino a la fama

El único problema que sí parece presentar Nohara es el del aseo, comenta Mejía: a juzgar por su olor, el japonés no se baña desde hace semanas... o meses.

Hiroshi Nohara
Nohara ya aprendió unas frases en español.
Sin embargo, esto no ha impedido que la gente se le acerque para regalarle una manta o alimentos ("aunque sabemos que paga por lo que consume con una tarjeta de crédito", dice Mejía) para hacer más grata su cada vez más larga estadía.

Muchos se le acercan para tomarle fotografías o conversar con él y los medios lo han convertido en una pequeña celebridad local. No faltan en los canales de televisión mexicanos entrevistas con Nohara y hasta reportes diarios de sus actividades.

Pero aunque Nohara no se ha negado a conversar con los medios, su presencia en el aeropuerto continúa siendo un misterio.

Tal es así, que han comenzado a circular una serie de mitos alrededor de su figura.

A él "le gusta mucho México y le agradan cada vez más los mexicanos y por ahí hay alguna versión que dice que le gustaría ser adoptado por una familia mexicana. También hay otra versión periodística que dice que salió a conocer el Estadio Azteca, pero eso no nos consta", dijo Mejía.

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